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Terapia respiratoria

Terapia respiratoria

Así como la terapia física, la terapia respiratoria hace parte de los procedimientos de rehabilitación que puede realizar un fisioterapeuta. La terapia respiratoria tiene como objetivo mejorar la capacidad respiratoria, al eliminar posibles secreciones de la vía aérea y, mejorando así la ventilación pulmonar.

Este tipo de terapia puede ser ordenada para personas con enfermedades respiratorias de base como EPOC o asma, pacientes que han disminuido su capacidad pulmonar debido a una estancia hospitalaria larga, o secundario a patologías virales como la neumonía o el Covid-19.

 

¿Dónde se puede realizar terapia respiratoria? 

De acuerdo a lo anterior, la terapia respiratoria puede ser realizada en diferentes entornos, como lo son los ambientes intrahospitalarios o los ambulatorios ya sea en sesiones programadas en una entidad de salud o desde casa con un plan de ejercicios adecuados para cada persona, previamente preparados por un fisioterapeuta capacitado.

 

¿En qué consiste la terapia respiratoria? 

La terapia respiratoria puede incluir la aplicación de técnicas físicas, que tienen como objetivo la movilización de secreciones desde la vía aérea periférica (pulmones) hacia la vía aérea superior (tráquea, cavidad oral y nasal) para luego ser expulsadas. Algunas de estas técnicas son:

  Drenaje postural:

Esta técnica consiste en posicionar al paciente, de acuerdo a la porción pulmonar que se desea drenar o limpiar, usando como principal ayuda la fuerza de gravedad. Para ejercer de forma adecuada esta técnica, se debe realizar previamente una auscultación pulmonar, para tener claridad frente a las zonas bronquiales que se encuentran obstruidas.

  Vibración y percusión:

La vibración, consiste en emitir vibraciones que se replican como ondas, a través del uso de la mano del fisioterapeuta o de equipos externos como un masajeador eléctrico, con la finalidad de favorecer la separación de las secreciones de la vía aérea, para ser expulsadas a continuación. Por otro lado, aunque la percusión se realiza bajo el mismo principio que la vibración, su técnica es diferente al ser usada la mano del fisioterapeuta en forma cóncava, para generar golpeteos o percusiones sobre la porción del tórax que, corresponde a la sección pulmonar que se quiere movilizar.

  Aspiración endotraqueal:

Esta técnica es solo realizada en ambientes hospitalarios, y generalmente aplicada a pacientes con dificultades mayores en su estado general de salud, por lo que requieren de una intubación endotraqueal o se encuentran acopladas a un ventilador mecánico. Por lo tanto, esta técnica ayuda a eliminar de forma completamente pasiva, las secreciones que el paciente no puede expulsar por sí mismo.

Además de las técnicas, los ejercicios respiratorios activos o los realizados directamente por los pacientes, son óptimos y necesarios para el proceso de recuperación. Estos ejercicios deberán ser iniciados con intensidades y frecuencias bajas, que puedan ser manejadas por el usuario, con la supervisión constante de un profesional médico. Algunos de los ejercicios son: 

  Tos:

Se realiza a través de una inspiración profunda y espiraciones forzadas en forma de tos. La finalidad del anterior ejercicio es generar una tos productiva, o sea, que expulsa las secreciones que han sido movilizadas anteriormente.

  Respiración diafragmática:

Este tipo de respiración, permite generar conciencia respiratoria al ser profunda y dirigida, también genera un fortalecimiento de los músculos diafragmáticos y encargados de la inspiración. Con el continuo desarrollo y manejo de los ejercicios básicos, se puede proseguir con movilizaciones de cuello y brazos acompañados de la respiración.

  Incentivo respiratorio:

Este ejercicio es llevado a cabo mediante el uso de un equipo externo, el cual consiste de unas pequeñas cámaras de aire que en su interior contienen un balón, su finalidad es movilizar el balón y mantenerlo elevado, por medio de la inspiración o espiración de aire el cual es enviado por la boquilla que se encuentra conectada al equipo mediante una manguera. De esta forma, se busca estimular respiraciones máximas y mantenidas en el paciente.

Al igual que otro tipo de terapias, las técnicas y ejercicios de la terapia respiratoria, deben ser prescritos de acuerdo al principio de individualidad de cada persona, su diagnóstico y necesidades inmediatas.

Por otro lado, la terapia respiratoria, puede ir acompañada de técnicas que permiten la mejora de la capacidad cardiaca, conocida como terapia cardiaca o cardiopulmonar, la cual en fases avanzadas permite mejorar el estado físico del individuo, reduciendo el riesgo de padecer eventos cardiacos, regulando la tensión arterial y la frecuencia cardiaca ante un esfuerzo físico, así como la mejora de la respuesta ventilatoria durante el ejercicio; por mencionar solo algunos de los beneficios de su práctica y de la actividad física. 

Medicamentos como cooperadores en la terapia respiratoria:

En ocasiones, las técnicas y los ejercicios respiratorios no son suficientes para aliviar los eventos respiratorios, y es necesario optar por el uso de fármacos, con propósitos terapéuticos. Estos medicamentos serán recetados por un médico, administrados por vía respiratoria o inhalatoria y serán usados en diferentes modos como:

  Oxigenoterapia:

Se fundamenta en la administración de oxígeno en cantidades mayores a las que se encuentra en el medio ambiente. El oxígeno puede ser suministrado a través de cánulas nasales, mascarillas o incluso sistemas de alto flujo como un venturi.

  Micronebulizaciones:

También conocido como aerosolterapia. Es la administración de un medicamento por vías respiratorias a través de un equipo de nebulización y una mascarilla, la cual no debe retirarse hasta terminado el medicamento. 

  Inhaladores:

Son dispositivos con estructura de boquilla, los cuales administran el medicamento en forma de polvo seco; éste, debe ser inhalado a través de la boca y ser mantenido durante unos segundos, antes de la espiración. Normalmente es de uso ambulatorio, recetados para crisis respiratorias o de acuerdo a la prescripción médica.

 

Finalmente, cabe resaltar que los ejercicios de terapia respiratoria, aunque generalmente son indicados para usuarios o personas que son diagnosticadas con alguna patología pulmonar, también pueden ser realizados por cualquier individuo con la finalidad de generar conciencia respiratoria, aprender diferentes tipos de respiración, mejorar la fuerza de los músculos involucrados en el proceso respiratorio y como programa de prevención ante fallas respiratorias. 

 

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